La Casa de Omar Shariff Integrando arte y naturaleza, la Casa de Omar Sharif nació de la colaboración entre César Manrique con su mano derecha, Jesús Soto, para convertirse en una de las construcciones más emblemáticas de Lanzarote. Las instalaciones del museo van de la mano de lugares como los Jameos del Agua, el Jardín de Cactus, el Mirador del Río o la Casa de César Manrique. Todos ellos los podemos visitar en nuestros Tours para Grupos en Lanzarote. La Leyenda

Debido a la inigualable belleza natural de la isla, Lanzarote ha sido elegida para la grabación de numerosas producciones cinematográficas a lo largo de la historia. Fue durante los años 70 cuando el rodaje de “La Isla Misteriosa” llevaría al popular actor Omar Sharif a visitar Lanzarote. En este momento se enamoró de la isla y de la que pasaría a convertirse en su casa.

Solo dos días después de que Omar hubiera adquirido la maravillosa propiedad, Sam Benady, el promotor que le hizo la venta, decidió tenderle una trampa y sabiendo de su afición al juego le instó a apostar la casa en una partida de cartas.

Sam se guardaba un as en la manga ya que era campeón de Europa en este juego. Como era de esperar, Omar recibió una vergonzosa paliza a las cartas y se vio obligado a entregarle las llaves de la casa de sus sueños.

La Casa de Omar Shariff La casa se extiende a lo largo de una antigua cantera de extracción de roca volcánica y está formada por cuevas, túneles y terrazas en las que cada rincón está cuidado al detalle. Sus vigas de madera fueron aprovechadas entre los restos de naufragios que llegaron a las costas de Lanzarote y gran parte de los ingredientes constructivos son elementos naturales que incluyen la propia lava de la isla.

El recorrido por la casa nos lleva a descubrir diferentes estancias que se disfrazan de acogedoras cuevas para albergar la cocina, los dormitorios y el salón. En el centro del jardín, un hermoso lago central rodeado por palmeras y envuelto por una frondosa vegetación, lo inunda todo.

Actualmente la Casa de Omar Sharif es mucho más que un museo repleto de historias, ya que, cada día, al caer la tarde, se llena de vida para convertirse en uno de los restaurantes más bonitos de Lanzarote.jar.